Poet, what ails thee, then?
Say, why so mute?
Forth with thy praising voice!
Forth with thy flute!
Loiterer! why sittest thou
Sunk in thy dream?
Tempts not the bright new age?
Shines not its stream?
Look, ah, what genius,
Art, science, wit!
Soldiers like Caesar,
Statesmen like Pitt!
Sculptors like Phidias,
Raphaels in shoals,
Poets like Shakespeare--
Beautiful souls!
See, on their glowing cheeks
Heavenly the flush!
--Ah, so the silence was!
So was the hush!
The world but feels the present's spell,
The poet feels the past as well;
Whatever men have done, might do,
Whatever thought, might think it too.
Mathew Arnold
1822-1888
Rebonds B
Iannis Xenakis
1922-2001
EL PUNTO
Mínimo soy,
Mas cuando a la Nada presto
Mi realidad elemental,
La Nada es sólo el resto.
Reinaldo Ferreira
1922-1959
Supermodern opera
Hasta la carne
Otros dirán en verso otras razones,
Quién sabe si más útiles, más urgentes.
Éste no cambió su naturaleza,
Suspendida entre dos negaciones.
Ahora, inventar arte y manera
De juntar el azar y la certeza,
Se lleve en eso, o no, la vida entera.
José Saramago
1922-2010
![](https://static.wixstatic.com/media/8b74fa_f6285229a152464582780e25948e7955~mv2.png/v1/fill/w_980,h_440,al_c,q_90,usm_0.66_1.00_0.01,enc_auto/8b74fa_f6285229a152464582780e25948e7955~mv2.png)
ESTATUA MUTILADA
Mujer de un funcionario romano,
recorriste la tierra
—sombra suya— de Gades a Palmira.
Soles distintos te doraron,
maduraron tu piel, fueron dejando
seco tu corazón.
Cómo sería tu cabeza, tu mano,
lo que fue carne tibia, vestidura del alma
y luego piedra silenciosa...
…
Ahora no tienes ojos,
ni siquiera de piedra,
para que en ellos se refleje y cante el mar,
el mismo que rompía en tus ojos humanos
y te vestía de llamas azules.
(A la orilla del mar ocurriría aquel amor).
Qué hay en común entre este bulto
—pliegues rígidos y elegantes,
rostro esfumado, manos mutiladas—
y aquella estatua de ola tibia,
aquel pequeño sol poniente,
aquel viento de carne pálida,
aquella arena palpitante,
aquel prodigio de rumores:
o que tú fuiste un día,
lo que eres para siempre en un punto del tiempo y del espacio,
en el que escarbo inútilmente
con el afán de un perro hambriento.
José Hierro
Les Statues meurent aussi
Alain Resnais
1922-2014
Vivir… Cantar…
La piedra
también late…
José Hierro
1922-2002
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