LA PRIMAVERA
Con la PRIMAVERA
Los Marismeños
When SPRING comes laughing
By vale and hill,
By wind-flower walking
And daffodil,-
Sing stars of morning,
Sing morning skies,
Sing blue of speedwell,-
And my Love's eyes.
A song The four seasons
Henry Austin Dobson
1840 - 1921
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Spring Feeding
"I woke up to a scraping noise,"
my daughter said.
Peeking out her bedroom window,
she'd seen a fat squirrel gnawing at the cow bone
I'd sunk into the garden dirt
to separate the basil from the daisies.
At Super Saver, shopping
for Daddy's birthday dinner,
my son devoured a greasy fried chicken breast,
perching the ragged bones
on the canned tomatoes in our cart.
I'd found the perfect card
advising my spouse turning 43:
"You can run but you can't hide."
He'd like to hide
when his co-workers meet to eat cake.
"All you have to do is smile,"
I said, when he opened the card,
and I pushed another piece of strawberry angel cake
upon the birthday boy.
Wood rot and carpenter ants
eat away the yellow painted pillars
on two sides of our stone house.
I've planted fern, ajuga, and heart ivy
in shade at the bottom of the yard
where the grass won't grow.
Spreading branches of the maple
have consumed the sun my garden feeds on, too.
Where petunias used to grow
I now put bleeding heart and hardy day lilies
that take life wherever they find it.
Anne Whitney
1821 – 1915
escultora y poetisa
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BALADA
A Yorgos Cachimbalis
Llegamos a la vida una mañana radiante como un manto de plata dorada, temblaba nuestra alma de premura anhelante, nosotros, rebaño incalculable. Sin quererlo, las miradas de todos buscaban, allí en la lejanía, conocer en la mar, en el bosque,
la honda experiencia que un día así nos otorgó y poco a poco el amor fue disponiéndolo para levantar jardines en el aire.
Como el árbol que yergue su copa en PRIMAVERA y sirve a las aves de reclamo, la propicia desazón del pensamiento engalanada, sin desaliño alguno, nos iba seduciendo en la entraña del recóndito valle del mundo que ignoramos. Marcados por la debilidad no nos importaba ya ni la juventud ni la vejez en nuestro empeño por hallar un nido donde levantar jardines en el aire. Ceniza es la vieja discusión y el silencio, aceite que se derrama, no es ni temprano ni tardío, arde nuestra brasa en la tiniebla. Nuestro amargor es duro cabezal, el olvido asilvestra la ausencia y el recuerdo regresa sin piedad a contar la razón que traían las pasiones y nos quedó como único consuelo levantar jardines en el aire.
Yorgos Seferis
1900 -1971
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Child with Calla Lily Leaves.
Sculpture by Anne Whitney 1821 - 1915 located in West Newton, MA
Entreclara era la noche, y por lo bien cuidado del jardín, por las estatuas que acá y allá se encontraban para su adorno, y por sus bancos y asientos de labradas, aunque en apariencia rústicas, maderas los unos, y de blandos céspedes, como formados por la naturaleza, los otros, que al descanso y al regalo por todas partes convidaban; y por la hermosa fuente de alabastro que en el centro se veía, con su taza que a una gran concha se asemejaba, sostenida por delfines, en los que cabalgaban amorcillos, y de la cual caía en claras cintas el agua, causando un dulce ruido, que al sueño convidaba, no pudo menos de apercibirse de que en el jardín de una casa principalísima había entrado…
Manuel Fernández y Gonzalez
1821
L´elisir d´amore
Donizetti , Anna Netrebko
1971
FUERA DEL PAÍS
Libros de bibliotecas extrañas,
palomas fortalecidas.
Si dependiera de los lugares
que somos capaces
de abandonar,
con sus frambuesos,
con las telas
que ya se pliegan con el viento;
cambian silenciosos detrás de nosotros,
mientras nosotros permanecemos
en las cálidas espaldas
de los jardines, de piedra
o de arena.
Ilse Aichinberg
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Niebla de Primavera en Italia
Francisco Pradilla y Ortiz, 1848 - 1921
DETRÁS DE LA PARED
Pendo como nieve de las ramas
hacia la PRIMAVERA del valle;
cual frío manantial, derivo al viento,
húmeda caigo sobre las flores
como una gota
en torno a la cual ellas se pudren,
como en torno a un pantano.
Soy el pensar siempre en morir.
Vuelo, de no poder andar tranquila,
por seguros edificios de todos los cielos,
y derribo en derredor columnas y muros huecos.
Prevengo, de no poder dormir de noche,
a los otros con el remoto rumor del mar.
Trepo a la boca de las cascadas
y desde las cumbres desprendo estrepitosos cantos.
Hija soy del gran miedo universal,
que se cierne sobre la paz, sobre la dicha,
como campanadas en el avanzar del día,
como la guadaña en el campo maduro.
Soy el pensar siempre en morir.
Ilse Aichinberg
1921 - 2016
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Fiesta en el Jardín
Francisco Pradilla
1848 - 1921
Je vis dans ces lieux innocents,
Où les esprits les plus puissants,
Quittant leurs grandeurs souveraines,
Suivent ma prophétique voix
Dans le silence de nos bois
Et dans le bruit de nos fontaines.
Ici mon désir est ma loi,
Mon entendement est mon roi,
Je préside à mes aventures;
Et comme si quelqu’un des dieux
M’eût prêté son âme et ses yeux,
Je comprends les choses futures.
J’ai vu quand des esprits mutins
Sollicitaient nos bons destins
A quitter le soin de la France,
Et deviné que leur malheur
Trouverait dans notre valeur
Le tombeau de leur espérance.
Je vois qu’un jeune potentat
Bornera bientôt son état
Du plus large tour de Neptune,
Et son bonheur sans être vain
Pourra voir avecque dédain
Les caresses de la Fortune.
Œuvres poétiques
Théophile de Viau
1621
Suite from Le Roi Pinard
Déodat de Séverac arr Yvon Bourrel
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